miércoles, 26 de agosto de 2020

LA LECTURA Y YO

 



Adquirir la escritura y la lectura a temprana edad me llevaron por un camino de conocimientos e inquietudes que me permitieron ser una “Marisabidilla” como me decían en casa. Tenía por entonces una muy buena memoria y me apropiaba de lo que leía. 

Mi tía Rosalba, era quien me cuidaba y me llevaba a vivir con ella cada vez que mi mamá estaba hospitalizada. Tendría unos treinta y pico de años y era una señora coqueta y arreglada que había trabajado en las famosas tiendas Gath & Chaves de Buenos Aires. Su marido era francés y era una enciclopedia viviente. ¡No había nada que no supiera! Yo lo taladraba a preguntas y él con su paciencia infinita me respondía. Trabajaba en Gas del Estado y usaba siempre traje y corbata, tenia ojos azules y en muchas cosas era como un chico.

Pienso que mi interés por aprender la lengua francesa proviene de alguna manera de mi tío Jean Charles, Juan Carlos,ya que me encantaba escucharlo hablar con ese acento nasal típico de ese idioma.

Bueno estaba diciendo que muchas veces, por largas temporadas, ¡a veces más largas de lo que yo quisiera me quedaba con este matrimonio sin hijos que había hallado en mi un buen sustituto y a quien yo quería tanto!

Con el diario del domingo venia un suplemento infantil que traía entretenimientos, dibujos para pintar, historietas y algunas actividades escolares que hacían más llevadera mi estadía. También me compraban libros infantiles, lo que hacia que mi mundo conocido se ampliara más y más, por eso al entrar al colegio, no era una niña inexperta sino alguien que ya traía un bagaje de habilidades que en vez de alegrarme la vida me hicieron padecer.

En casa me compraban semanalmente la revista Billiken que luego fue reemplazada por Anteojito, también leía las historietas de Patoruzú, Isidorito, La pequeña Lulú, Tribilin, Pato Donalds y más tarde cuando crecí, fueron el álbum del Tony, D'artagnan, los libros de Corin Tellado, la revista Vosotras que leíamos con mi madre. Los libros de Poldy Bird y todo cuanto cayese en mis manos. Ah no me quiero olvidar una revista buenísima de editorial Codex que se llamaba Selecciones Escolares y que era maravillosa, también de esa editorial leía y coleccionaba Fabulandia que traía todos los cuentos famosos de los hermanos Grimm y los libros clásicos de la literatura infantil, ¡las fabulas de Esopo y Samaniego con unas ilustraciones increíbles!

Leer me dio un fluido vocabulario, y herramientas para mejorar la escritura y crecer interiormente. 

Copyright © 2020 Nélida Liliana Vieyra, All rights reserved 


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