Al principio el mayor problema que teníamos era el transporte público de pasajeros. La Primera de Grand Bourg fue la primer
empresa que comenzó con sus servicios al barrio, pero su recorrido era desde las Estación San Miguel hasta la calle Pampa o Pedro de Mendoza. Ante los reclamos de los vecinos alargaron el servicio hasta la calle 5 donde actualmente está el negocio de Pelayo, y donde se conserva todavía la garita de colectivo de la antigua terminal. Ahí daban la vuelta los colectivos y volvían a San Miguel.
A medida que el barrio fue creciendo en población también crecieron las necesidades, por eso los vecinos se organizaron formando una Sociedad de Fomento que funcionó sobre Avenida Sarmiento.
Mi papá durante años fue miembro de la Comisión Directiva que estaba formada por los vecinos.
Gracias a este emprendimiento se formó una comisión Pro-escuela y se solicitó la creación de la que luego sería la antigua escuela 60, ahora 15.
Se zanjearon más de cien cuadras para evitar que las casas se inunden. (Recuerden que antes había una laguna enorme que comenzaba en el zanjón y se extendía casi hasta 197 y que luego fue entubada). Esto lo hacían los vecinos los sábados y domingos. Existía un sentido solidario muy grande. La mayoría de los que vivían en el barrio eran provincianos, gente que dejó sus pagos buscando un mejor pasar. A todos los unía el deseo de progresar y tener un buen lugar para vivir y disfrutar en familia. Concretaban el sueño de la casa propia, se adueñaban de su destino.
La Sociedad de Fomento era un importante centro de recreación: se hacían bailes familiares, con músicos en vivo. Otras veces se pasaba cine en una gran pantalla de tela y cada vecino debía concurrir con sus sillas ya que no había suficientes para todos. Se organizaban concursos de disfraces, concursos de tango y folklore. Campeonatos de futbol, de truco y las famosas kermeses para recaudar fondos.
Así nos conocíamos todos, y la gente se ayudaba buscando el bien común. De esa escuela nosotros fuimos aprendiendo basándonos el ejemplo de nuestros mayores.
Copyright ©2020 Nelida Liliana Vieyra
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